Para muchos, ponernos el reloj cada mañana forma parte de nuestra rutina. Una acción que hacemos sin pensar, como vestirnos. Aún así, te habrás dado cuenta que siempre llevas el reloj en el mismo brazo, pero… ¿Por qué? y más importante ¿Te lo pones de forma correcta?
EL RELOJ: ¿EN LA DERECHA O EN LA IZQUIERDA?
Para llevarlo de forma correcta, el reloj debe ponerse en el brazo contrario a la mano útil. ¿Qué significa eso? Pues que si eres diestro, lo deberás llevar en la mano izquierda, y si eres zurdo, en la derecha. Popularmente siempre se ha escuchado que los relojes deben colocarse en la muñeca izquierda, sin embargo, eso es una generalización. Se tiene este pensamiento porque la mayoría de las personas son diestras, siendo zurdas tan solo un 15% de la población mundial. Así que, aunque llevar el reloj en la izquierda sí sea la forma correcta para la mayoría de las personas del mundo, si somos inclusivos, no es la única como erróneamente se cree.
¿POR QUÉ LLEVAR EL RELOJ EN EL BRAZO “INÚTIL”?
Pero, ¿Cuáles son los motivos por los que se recomienda llevar el reloj en el brazo contrario a la mano útil? La verdad es que ponérselo de esta forma genera una serie de beneficios...
1. En primer lugar, por practicidad. Si llevas el reloj en el brazo que no sueles utilizar, puedes hacer dos cosas a la vez. Puedes mirar la hora y continuar con la tarea que estuvieras realizando, como escribir, comer, cepillarte los dientes, etc.
2. En segundo lugar, por comodidad. Si escribimos o realizamos tareas con la mano derecha, por ejemplo, nos resultará mucho más cómodo llevar el reloj en la izquierda (y al revés si somos zurdos), ya que no se interpondrá ni nos molestará en nuestra actividad.
3. Y en tercer lugar, para proteger el reloj. Si llevamos el reloj en el brazo que más utilizamos, este queda más expuesto a posibles daños. En cambio, llevándolo en el brazo contrario, el reloj queda más protegido de posibles golpes o ralladuras.
De todos modos, para entender el origen de esta pensamiento, tenemos que remontarnos al 1800, cuando los hombres todavía llevaban relojes de bolsillo.
LOS RELOJES DE BOLSILLO
En el siglo XIX, todos los hombres llevaban relojes de bolsillo, ya que los relojes de pulsera eran considerados de mujer. Los guardaban en el bolsillo de las chaquetas, de los chalecos o de los pantalones. Como consecuencia, los sastres empezaron a crear bolsillos específicos en los trajes de los hombres pensados exclusivamente para guardar su reloj. Y para mayor comodidad, estos eran creados en el lado izquierdo, para que los hombres pudieran sacar el reloj con su mano útil, que para la mayoría de la sociedad era la derecha.
Con la llegada de la Primera Guerra Mundial, en el siglo XX, se comenzó a extender el uso de los relojes de pulsera entre los hombres. Esta moda la impulsaron los militares, en concreto los pilotos de combate, que necesitaban poder mirar la hora sin apartar las manos de los mandos de vuelo y tener la derecha libre para poder maniobrar. Con ellos empezó esta tendencia que ha perdurado a lo largo de los años y que ha conseguido que, a día de hoy, los hombres no se quiten el reloj de la muñeca.
A pesar de todo, las reglas están para romperlas, y elegir el brazo en el que ponerse el reloj solo debe depender de ti, de tus preferencias y de cómo te sientas más a gusto con él. Así que ya sabes, ¡Sé libre y lleva el reloj como quieras!
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